En diferentes libros, blogs o sitios web, sin mencionar otros medios, se trata continuamente sobre la importancia de administrar correctamente nuestro dinero, nuestras finanzas, negocios, etc. Y bueno… no es imprescindible ser una experta en finanzas para saber que el dinero es necesario y saber administrarlo también; sin embargo, soy de aquellas personas que definitivamente valoran más ese otro activo denominado tiempo, el valor que le atribuyo se basa simplemente en que es irrecuperable. Una película que refleja bastante bien la importancia del tiempo es In Time o El Precio del Mañana, donde la moneda de cambio es el tiempo (Si no la has visto tienes que hacerlo y sabrás a que me refiero).
En mi caso, crecí convencida de que debía prepararme para generar mayores ingresos y tener una mejor vida en el futuro; ya sabes: elegir una buena carrera, una buena universidad, terminar mis estudios y buscar un buen trabajo. Todo lo mencionado, anteriormente, no tendría nada de malo sino fuera porque en algún punto de mi camino perdí de vista lo que realmente me apasionaba, ese fue el verdadero problema. Y es que trabajar solo para ganar dinero no hace feliz a nadie. Algo aún peor, sería trabajar tu vida entera para alguien más; alguien que te diga cuando comer, cuando puedes tomar vacaciones, etc… Resumiendo, alguien que controle la tercera parte de tu vida e incluso más. Y es que lamentablemente, en esta época, aún quedan personas que disfrutan hacer horas extras continuamente (los que sí tienen compromiso con la compañía), a ellos les diría: “Llámenme cuando los hagan socios del corporativo o cuando ganen su primer millón de dólares”. Es decir, puedes comprometerte con la compañía, con tu novio, con lo que decidas, pero el compromiso más importante debería ser contigo mismo, así que no te des la espalda, ni a ti, ni a tus sueños.
Lo que trato de explicar es que trabajar no es malo, siempre y cuando estés haciendo aquello que amas hacer, en mi caso quisiera poder ayudar a más personas. Tengo muy claro que antes, deberé asegurarme de disponer de los recursos necesarios: tiempo, dinero, salud, etc.
El camino es largo y pretendo disfrutar cada momento, porque a partir de ahora las decisiones respecto a mi trabajo actual, a mis proyectos personales, mi salud o a aprender algo sobre inversiones y finanzas, las tomaré consciente de que tengo una bolsa limitada de tiempo para invertir, así que decidiré con responsabilidad.
Pues hace algunos años, cuando me enferme gravemente. A partir de ese momento decidí que si tenía la oportunidad de vivir, lo haría de verdad, ya sabes: vivir al máximo cada día, amando, siendo feliz y haciendo feliz a las personas que amo. Prueba de ello, es que hoy estoy aquí, intentando convertir este sueño en realidad.
Sí. Pero si lo perdieras, podrías recuperarlo. Esto no pasará con tu vida, ni con tus días o tus horas, todo eso no regresará jamás y no importa cuánto te esfuerces, o cuantas horas “extra” hagas, porque simplemente jamás los recuperaras.
Así que debes vivir diariamente haciendo algo productivo, algo que te haga feliz y que te haga trascender en el tiempo, que te permita dejar un legado atemporal que no muera contigo, así seguirás viviendo aun cuando tu ser físico muera.
El que tengas 15, 30 o más años, no importa. A partir de hoy, de este mismo momento, puedes empezar a trabajar en tu felicidad. Si quieres ser cantante y tienes potencial pues lucha por eso, no digo que no hagas nada más con tu vida, sino que priorices la importancia de vivir para trascender y para ser feliz durante ese viaje.
Si tu respuesta tiene que ver con lo que haces ahora, pues genial, ya que vas por buen camino; de lo contrario, aún tienes tiempo para redireccionar tu vida e invertir mejor ese activo maravilloso que Dios nos ha regalado.